Tuesday, June 15, 2010

Tres Cuernos aguado

Todo comienza un sábado muy temprano en casa de mi compadre Gabriel, con todo arriba del jeep, partimos cerca de las 6 de la mañana, luego de un viaje de 2 horas y un estanque de petroleo que amenzaba con dejarnos botados al regreso arribamos a Conaf, nos estacionamos y preparamos el equipo. Luego de una inspección de los dos jeeps vecinos para calcular la hora de llegada (tocando el motor para ver cuan tibio estaba) partimos a la aventura.



Partimos con la agotadora (y no se por que tanto) caminata de al rededor de 3 km hacia la portería de Conaf, arribando casi en desmayo y sumanente agitados cargamos agua, comimos algo de azucar para terminar con el "Sandro" de las piernas y ponerle el hombro. Pasamos por la administración a dejar constancia de nuestra partida en el buzón (ya que estaba cerrada previendo lo que se venía) y zarpamos al grueso de la aventura sin igual.



Con una lluvia amenazante y con un reporte de clima positivo seguimos marcha hacia el Río Lircay, evadiendo el clásico sendero de Chile que nos lleva al famoso Enladrillado, Peine, y en algunos casos, el Descabezado.

Claros de sol aparecen de repente.



Pero la constante amenaza de la niebla cega nuestro camino


Pasado ya el río Lircay, seguimos avanzando a la hermosa Loma del Sillahur la que cruza de Oeste a Este el valle, y da directo al último campamento de la reserva (campamento del cruce). Nosotros, debíamos desviarnos a mitad de camino, para meternos por tres quebradas que daban al Estero los Troncos, el que rodeá el tres cuernos y su falsa cumbre sin nombre.

Pasado el río Lircay


En la Loma del Sillahur


Visando el denso bosque que comienza a tapar el camino.


Vista de las quebradas que quedaban por atravesar




Tres Cuernos y sus vecimos tapados por la niebla. (Vista desde la entrada a la primera quebrada).


Ahora es el turno del Peine


Salida de la primera quebrada.














Canaleta central del tres cuernos.




"Que nos espera"


Y llegó la terrible quebrada que describe fielmente el nombre de éste lugar.


Pequeña vista de la quebrada


Y posteriormente nos tocó el turno a nosotros en las quebradas.


"Esto no tiene sentido...volvamos compadre"



Al llegar al lecho del río, y ver que la lluvia era inclemente y no tenía muchas ganas de deternese, decidimos volver, no tenía caso seguir ya que solo íbamos a seguir mojándonos. La empresa es abandonada y volvemos a casa.

Solitario regreso.


Y la luz nos comienza a abandonar...ya habían pasado cerca de 8 horas de caminata.


Cada vez menos luz y mas niebla...debemos apurar el tranco, no queremos que nos pille la noche en éste obscuro bosque.


Cerca de las 8 de la noche regresamos a Talca, donde pasamos a comer algo, muy cansados y frustrados, prometimos volver con mejor tiempo a Tres Cuernos y aprendimos a no creerle al informe del clima.

FIn.-