Que nos dió por Baluarte el Señor.
En el siguiente video, se muestra un paseo al mismo lugar antes mencionado, pero la belleza supera el millón de dólares :D.
El asunto es que no solo fue eso. Con la ropa mojada y ya cuando cayó el sol, la temperatura bajó a niveles críticos, al punto de que nuestra ropa se congeló y no sentíamos nuestras manos, al que escribe se le empezaron a congelar los dedos de los pies, al punto de no sentirlos y no poder pararse sobre ellos, por lo que sus compañeros tuvieron que proceder a dejarlo con sus pies bajo el aire caliente del jeep.
Problema menor fue el tener que sacarle la nieve ya congelada a los pantalones, por lo que hubo que gorpearlos contra piedras, para soltarla y sacarla con las manos que a esas alturas era como usar ramas estériles. Cero sensibilidad. Cero Calor. Cero °C.
Esa era la tónica del momento, y queda totalmente comprobada, la hipótesis que propone que la gente empieza a delirar y hablar leseras, ya que mientras Judith se cambiaba de ropa dentro del jeep, nosotros tres estábamos afuera disfrutando del frío, y comenzamos a cantar canciones sin sentido y a repetir una frase, que ahora no recuerdo, una y otra vez, hasta el más retorcido delirio de una mente febril en la helada yerma de la cordillera curicana....no entendí ni yo lo que dije, pero se entiende que estaba bastante helado.
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