Tiempos de Incendio

Todo comienza un cuatro de Enero del dosmilosho con mi arribo a la brigada Bravo 1201 de Punta Arenas. Bravo, es la “B” de “brigada” en el lenguaje radial internacional o “código alpha”…no se que mente débil dijo por ahí: “alfabeto griego”…Dios mío hasta donde llegará éste mundo.

Mis días previos a ésta fecha fueron de libertad relativa, ya que sabía que tendría que llegar a trabajar a una pega desagradable, con gente desagradable y con un sueldo mucho peor, ello debido a la imagen adquirida en cierto parque, cuyo nombre guardaré para mí.

Temprano por la mañana, un poco adolorido por mis pruebas físicas del día anterior, llegué somnoliento a la oficina de la DEPRIF (Departamento de Prevención y combate de Incendios Forestales) otrora UGMF (Unidad de Gestión de Manejo del Fuego), para firmar mi contrato y entrar a trabajar. Llego a una hora prudente, y sentada había una niña con cara de cuica, me mira de arriba a abajo y sigue mirando a la nada. “y ésta mocosa cuica….de donde salió?”, hasta que me llaman junto a ella y nos llevan a buscar una moto al edificio de CONAF que estaba al lado de la oficina. Cargamos una moto y otras cosas en la camioneta y nos dicen que si no firmamos el contrato ese día, empezaríamos al siguiente a trabajar….para buena suerte de nosotros, nos dicen a los diez minutos que firmáramos el contrato, y la chica, me dice “aaaah…que lata, yo quería empezar mañana”, a lo que riéndome de muy buena gana le dije que si…era lo mismo que opinaba yo…ahí me di cuenta que la “cookie” era re-buena onda y la premisa se cumple una vez mas…los prejuicios son malos…..

Llegamos al vivero de CONAF, donde antes se asentaba la base de la brigada, bajamos la moto, la cual casi se me cae encima varias veces y me pasaron mi equipo: casco, antiparras, Respro (máscara de oxigeno), casacón, arnés, poleras, pantalones, camisas, un cinturón con una hebilla de la Corporación y un par de tapones de oidos, cerramos la tranca y partimos raudos a la base. Ya subiendo el andino, yo iba impresionado por la belleza del paisaje, y a lo lejos diviso un techo verde y a unos chicos de amarillo formados, nos bajamos, nos dijeron que nos diéramos una vuelta por la base, diez minutos después me ordenaron equiparme a formar inmediatamente….”Alinear!!!!”….chuta, para donde miro….que hago….no conozco a nadie…miré para el lado equivocado, cuando no, cuando se fueron las visitas, las cuales yo creía que eran parte de la brigada, me presentaron a cada uno de los integrantes, y sorpresa!!!, todos estudiantes universitarios, creo que ese fue el momento donde me comí mis palabras, y aprendí una vez mas que los prejuicios son un defecto importante que hay que mejorar.