7 Tazas y alrededores

Todo comienza el sábado 12 de Abril, con la pelotera clásica de: "yaaaapo Tobi, levántate!!!!", "vamos a volver a la hora del pico...LEVÁNTATE!!!". Mi hermano se levanta, peleando porque según él, yo estaba siendo muy "técnico" para la salida. Le expliqué que yo lo hacía porque para ello me había comprado mi equipo, pero no entendía, después hubo pelea para tratar de convencerlo de que llevara dos poleras; una para caminar y la otra para cambiarse, al rato, otra más para convencerlo de que no fuera con jeans, sino con buzo....respuesta negativa y con griterío. Al final mi padre, el sabio, logró convencerlo de que llevar, encajándole el pantalón de buzo a la fuerza y todos fuimos felices y por fin podíamos armar el menú par el día.

Huevitos duros con el salero "etereo" a la cajita plástica, mochila, 10:30: Chao Pá...Chao Má!!!, acompañados del "cuídence, no hagan leseras!!!...", pasamos a buscar a Gabriel, se "pone" el auto y nos vamos.

Llegamos a Molina, por Lontué. Desde el Norte se puede acceder por Lontué, pueblo vinífero por excelencia, o por Molina directamente. Seguir las señales y si te pierdes eres tonto. Terminado el pavimento, empieza un camino de ripio compactado en muy buen estado, como para todo vehículo (nosotros íbamos en un Suzuki Alto...imagínense).

Control de carabineros, hay que registrarse antes de seguir adelante.


Puente sobre el Claro...mucho frio...


Pero que profesional....pro al máximo.


Quitral (Fuego en Mapudungún)

Son alrededor de 45 minutos a una hora hasta la Reserva Nacional 7 Tazas, $1500 de entrada y tienes derecho a usar ese ticket par a después ingresar al Parque Inglés donde se pueden hacer los diversos trekking que hay disponibles, 1 hora, 4 horas y creo que hay uno de 4 días.

Pagaron...Gabriel y mi hermano, ya que pasé gratis por haber trabajado en CONAF en el Paine.....je je...y entramos aperados con nuestros bártulos típicos; su buena mochila, sus "tontas" polainas, comida y agua.

Por supuesto que como el día anterior había llovido, había una pista de "jeep fun race" en la entrada, por lo que estuvimos a punto de decidirnos a ir por la pasarela de inválidos, de madera, cómoda y "maceta"... Tomamos el camino de barro, caminamos algo así de 50 metros y llegamos a los baños, cargamos agua, hicimos otras cosas....creo que saben a que me refiero...y partimos...

Equipamiento técnico para caminata moderada a pesada...JA!

Un sendero en excelente estado, muy limpio, con muy poco barro y piedras, apto para todo público, rodeado de flora nativa, vagetación esclerófila, con mucha sombra. Abrigarse, porque incluso puede hacer un poco de frío.

Nos encontramos en el camino, con unos extranjeros, que al momento de vernos, nos saludaron afectuosamente, vestidos con ropa de calle; jeans y chaleco de viejito, más adelante, no topamos con unas señoras chilenas, y como buenas chilenas agrandadas, ni siquiera un hola, un buenas tarde o una mirada, solo un: "mhhh!!!ards!!!" de respuesta al clásico saludo del autor. Chilenas, viejas y arribistas...old shit!!!

Bosque nativo y la pasarela antes mencionada

Una especie de "oreja de palo"

Un alto en el camino para admirar lo magnífica que es nuestra cordillera.


La 7 Tazas...la hermosura es incomparable.

Y de acá en adelante la cosa se pone mas espesa, uno toma un sendero que dice "Salto de la Leona", éste se pone un poco escarpado y resbaloso por la humedad del lugar, por lo que hay que ir agarradito a la baranda o a los bastones, viendo donde pisar y con la boca bien cerrada.

Se llega a un pequeño mirador donde se aprecia el.....adivinen....."Salto de la Leona".

Ahora si que el sendero se pone "hardcore"; 100% resbalones, caídas, rodadas, tropezones, golpes en las rodillas y traseros, caras arañadas por las ramas, etc... Con sumo cuidado con la cordada nos fuimos lo más relajados posibles, aferrados a las barandas para no caer al vacío, evadiendo el pensamiento de que ésta pesadilla había que subirla de vuelta. Por razones obvias, no hay registro fotográfico de esa bajada, ya que los fotógrafos priorizaban sus vidas por sobre las fotografías. Entendible de todo punto de vista.

Ya abajo, comezamos el aproximamiento hacia la cascada por entre las piedras del río, evitando arruinar el paseo, cayéndonos al agua y mojándonos hasta la cintura, pero mi astuto hermano, descubrió que había un sendero por un costado, yo y Gabriel quedamos como unos "maceeeeetas".

Never stop exploring...The North Face


Sendero de la oscuridad


Rocío en la Quila


La recompensa




Hora de comer, lo que mejor sabemos hacer...je je je.


La cordada y el premio

Nos dimos cuenta, que era la hora del queso, creo que cerca de las cuatro, y decidimos partir. Por estrechas pasadas por sobre troncos, tropezones seguidos de burlas, y tropezones del burlón seguidas de burlas del resto de la cordada, llegamos a la subida maldita, reposamos, y Gabriel tomo la siguiente foto, mientras nos mentalizábamos para subir y no morir en el intento.

Tras infructuosos intentos de mojar a Gabriel arrojando guijarros al agua, subimos esforzadamente hablando todo tipo de temas ajenos al contexto en el que no escontrábamos para distraer al cansancio, pero éste al parecer ocupa fármacos para la concentración.

Volvimos por el sendero de regreso, eso sí, ésta vez por la pasarela, para no embarrar el auto de Tobi (mi hermano...se llama Cristobal).

Luego de despedirnos del guardaparques amigo, enfilamos al parque inglés. Vayan a saber por que motivo nos estacionamos pasado medio kilómetro de la entrada de la oficina de informaciones, el asunto es que firmamos el libro de visitas y partimos a la aventura, el guardaparques nos guió hacia la entrada al sendero y nos dió claritas las instrucciones.......por supuesto, nos perdimos y empezamos el sendero de atrás para adelante. Como buen sendero chileno, MAL SEÑALAAAAAAAAADO!!!!!

Y la recompensa...

La vuelta fue sin mayores contratiempos, bajada con un poco de frío, mucha hambre, desepción al darnos cuenta de que el sendero lo hicimos al revés y vuelta rápida para olvidar la verguenza.

Después de una once en el puente, finiquitando todo lo que nos sobró, decidimos volver a la civilización, y dar fin a un hermoso sábado al aire libre, haciéndonos la promesa de volver al endero de 4 horas y posteriormente al de 4 días.

Loritos tricahue. Hermosa forma de dejar las 7 Tazas.


Fin

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