Saturday, December 22, 2007

El Guarparque atómico

Por fín llegamos a la morrena, que según el mapa, es la última etapa antes de llegar a las famosas "torres". Miramos hacia arriba, y la vista me agota. Entre las rocas, divisamos a un tipo de verde, lo alcanzamos, y justo cuando vamos pegado a el, éste resbala en la arenizca de una piedra muy lisa, lo alcanzamos a agarrar con paco antes de que se desintegrara en las rocas, pálido y asustado nos agradece.

- Santiago: uuuuf! gracias, caerse aquí no debe ser niuna' gracia.
- Paco: Joder que no, eres el guardaparques?
- S: Sí, soy Santiago, mucho gusto... Ustedes no son de acá verdad?
- Iñaqui: JA JA. No, somos españoles, yo soy de Barcelona y Paco es de Canarias.
- S: Están bastante lejos de casa.
- P: JAJAJA... QUIEN COÑO NOS OBLIGA A VENIR AQUÍ...
Los tres reímos afanosamente.

La caminata siguió sin mayores contratiempos, solo cansancio y mucho calor, hasta que de pronto, vemos asomarse tres puntas de un color rojizo.

- P: ahí se ven las malditas

- I: vamos a llegar arriba y vamos a ver un "bienvenidos a McDonalds"
- S: HAHAHAHA, faltaría no más... Uf! Tomemos un descanso?

Mientras yacíamos sentados en las piedras como lagartijas, Santiago nos enseñó todos los lagos que se veían desde la morrena, quizas cuanto tiempo llevaba éste tipo acá.

Por fin llegamos a la cumbre, asombrados, quedamos perplejos por la inmensidad de la naturaleza, Paco se quedó conversando con Santiago y yo bajé a la laguna a tomar una buenas fotografías. Al rato, véo a lo lejos a Santiago que se despide haciéndome señas con la mano, levanto la mía y me despido. Llega Paco a mi lado diciéndome que Santiago se iba, ya que debía estar en su oficina a una hora prudente, ésto era en una de las entradas del parque, y ya faltaban unas 3 horas para que anochezca (2 horas hasta la hostería, una hora y media hasta su oficina...definitivamente iba a llegar de noche si no se apuraba).

Cuando llego la hora de partir, bajando por la morrena llega a nuestro lado un grueso amigo verdoso.

- P: EEEEEEh!!! Santiago, que pasó que te demoraste tanto.
- S: jajaja, hola, es que me fuí detras de un guía que iba con unos ancianos, y los vi a ustedes, por lo que decidí cambiar el rumbo.
- I: Bueno, con el guardaparques, no creo que nos perdamos.
- S: haha, yo conozco ésto tanto como ustedes.
- P: éso me da esperanzas.

Al llegar al camping libre que hay bajo la morrena, Santiago nos dice que lo mas probable es que en el camino a su oficina, se le hiciera de noche, por lo que se iba a quedar en la guardería del lugar hasta el otro día por la mañana. Un abrazo, un par de consejos, y nos alejamos de nuestro gracioso y verde amigo.

Al parecer los malditos escaladores (eso de malditos le molestó mucho a Paco, ya que el fué rescatista de alta montaña en Canarias, claro que la "montaña" mas alta de Canarias no debe supérar los 500 mentros S.N.M.M :D ) tienen razón cuando dicen que la bajada es peor que la subida, porque el dolor de rodillas, los resbalones y las "casi caídas al risco", son bastante frecuentes. Al cabo de un largo caminar, creo que de una hora y media, llegamos al "Campamento Chileno", doblando por el puente colgante escuchamos a un "¿EEEEEEEEEY!!! caminen por el sendero, hahahaha".
¡¡¡¡¡QUE COÑO, GILIPOLLAS, ES EL CABRONAZO DE SANTIAGO!!!!!!
- I: EEEEE SANTIAGO, COMO VÁ!!!!!
- S: HAHA BIEN!!!!, SALÍ HACE MEDIA HORA DEL CAMPING!!!!
- P: COMO CARAJOS!!!! EEEEEEE TE VEO BIEN TÍO!!!!! ADIOS!!!
- S: ADIOS CHICOOOooosss!!!

Santiago se aleja corriendo por una subida que se veía tan agotadora como la morrena, y se pierde en la inmensidad del valle, moviendo la mano en señal de despedida, ahí supimos que no lo volveríamos a ver...

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