Monday, August 30, 2010

Nevado de Chillán

A las 7 de la mañana comienza la jornada...mas tirado para las 8 o 9, no recuerdo bien, lo que si no se va a olvidar facil era la furia con que nevaba aquella mañana de 28 de Agosto.







Poniendo cadenas...no queremos correr riesgos.


Paisajes pocas veces vistos.


Carajo! nos pasamos del hotel, debemos recular sobre el hielo. Éste camino da hacia la cancha de los novicios.


Luego de un largo rato de patinadas y cuneteadas, logramos llegar al estacionamiento, y pasamos al tema de estacionar el auto sobre un metro de nieve. Gracias a una ayuda de las raquetas estilo palas, logramos el objetivo y al fin partimos cerca de las 10:00.



Las nubes cubren nuestro andar.


Luego de un par de llamadas de rigor (recordar que en todas las termas hay señal de celular), logramos ubicar el refugio por su waypoint (gracias Gabo) y proseguimos camino, dándonos cuenta de que estábamos a solo un tiro de piedra de la hermosa casita estilo alemán.



Refugio

(click)


Se supone que en esa dirección estan los Volcanes. Ahora solo hay cornizas y mucha nieve.




Ya en el refugio, nos dedicamos a sacar la nieve que se había colado por el techo que salió volado en la nevazón de esos días. Ahí esperamos a que llegara la gente de Chillán, con un buen fuego en la cocina y salimos a sacar un par de fotos. El frío, ligerito nos echa para adentro para preparar la "recogida" ya que supuestamente la salida al nevado debía ser entre las 2 y 3 de la mañana.

Estado del refugio con la nieve dentro.
(© Alejandro Ramirez 2010)


Da pena ver el gran refugio carcomido por la nieve.
(© Alejandro Ramirez 2010)


Anochece en Garganta del Diablo. (click)


El toque de diana fue a las 3 de la mañana para salir a las 4:00, luego de varias horas de caminata solo abrazados por la luz de la luna llena, y pasando a tanteos las peligrosas cornizas que parecían monstruosas ballenas en la obscuridad, surgen los primeros rayos del alba.

6:00 am. Luis abre huella hacia el Nevado.




A la izquierda se divisan el Volcán Antuco y la Sierra Velluda. (click)


Chillán a lontananza.


Antuco y Sierra Velluda vigilan los valles del sur.








Comienza la ladera.




Aproximación de la pendiente del lugar. El horizonte indica la horizontal (nooo, en serio???)


(click)


Y llegó la hora de encordarse y cramponearse.


Obviaré el capítulo de mis crampones...lo único que puedo recomendar es que NUNCA...JAMÁS lleven dos crampones para el pie derecho y menos uno con un arreglín a la chilena, solo pasarán malos ratos. Gracias Jorge, jaja.

Los volcanes de Chillán nos cuidan la espalda todo el camino.


Ya cuando nos dimos cuenta de que por tiempo debíamos volver debido al compromiso de un compañero de cordada, decidimos solo llegar al filo. Un par de fotos y bajar, pero no hay problema, el cerro no se moverá, es cosa de organizar.

Por el filo hacia la cumbre.








Adios amigo, buena cumbre!
(© Alejandro Ramirez 2010)


Detalle de la cumbre y el filo a seguir. (click)


Luego de una divertida bajada de "trasero", nos ponemos las raquetas y volvemos a toda carrera.
(© Alejandro Ramirez 2010)


-.FIN.-



(© Alejandro Ramirez 2010)

"...aaaah crampones de mierda!!"

Monday, August 23, 2010

Los Hornitos

Primero que todo quiero agradecer a Jaime Medina, Alexis Insulza y Alex "Norgay" Hernandez por facilitarme sus fotos ya que en ciertas partes de la salida, olvidé mi cámara en la carpa. Gracias chicos, a pesar de que ni siquiera supieron cuando las saqué :D Buena onda muchachos!

Todo comienza a las 6:00am en el estacionamiento del mall de Talca, donde nos juntamos para salir todos juntos hacia terrenos de ENDESA (central Cipreses), específicamente hacia la laguna La Invernada...un poquito mas abajo.
La idea de la salida, es hacer una práctica de técnicas invernales a cargo de nuestros compañeros Luis Valladares y Don German Thumm.



Junto con la gente de Santiago partimos camino hacia la laguna Los Hornitos, nosotros con raquetas y ellos en ski de randonee y nos adentramos en la belleza natural del lugar. Escarpados montes, y extintos volcanes que hacían palidecer hasta al menos sensible participante de las cordadas.



Cerro Azul por su cara sur.




Hacia el valle.


Randoneando de lo lindo.


El Hornito grande.


Hornito chico.


Cerro Azul, imponente vigilante andino.






Se separan los raqueteros de los randoneros, adelante los "primeros" acompañados por la perrita "Inca".






Vista general del abrazador paisaje (click)




Pequeña avalancha a un lado del camino.


La ciudadela a orillas de la Laguna los Hornitos. Huella de la juguetona "Inca" por doquier.


(click)


Agobiados por el calor, armamos el campamento lo antes posible y nos guarecemos del abrazador sol que nos hace tambalear, junto con la deshidratación y el cansancio. El Presidente Amaro junto con su cordada Dimitri salen a recorrer el lugar e intentan subir el pequeño Hornito, pero por distancia deciden subir el grande y nos catetean a ascenderlo a su regreso. Esperamos al anochecer y partimos.
El anochecer y el frescor se aproximan.








El Hornito grande.


Los muchachos del rando' surcan la nieve en el suave tobogán de nieve.


Y llegó nuestra hora de subir. Vista del campamento desde la ladera.


Luchamos contra la nieve blanda mientras ascendemos con las raquetas, los chicos nuevos aprenden nuevas técnicas.


Cumbre del Hornito grande, un logro mas para el libro de cumbres del CAST.




Paisaje.


Crater.


Vista al lago y el valle.




Al día sigueinte, y siguiendo lo planeado la noche anterior, al alba comienzan las labores de entrenamiento de técnicas invernales. Autodentención sin y con piolet, técnicas de marcha, y otros a cargo de Luis. Mientras que otros chicos son aporreados...perdón, entrenados por Don Germán en el arte del randonee.



El iglú.


El nicho.


La gente del rando subiendo la ladera.


Pequeña caminata al fondo del valle.


Subida por una fuerte pendiente para aplicar las técnicas y ver algo de "cornizas".




Regreso al Campamento Base. Jaime ondea con orgullo el estandarte del club.


Los chicos del rando bajan raudos el cerro de nombre desconocido en el cual hicieron cumbre.


Luego de un frugal almuerzo es hora de regresar, dejamos atras tan paradisíaco lugar y volvemos a la gris realidad. Pronto volveremos por el cerro innómino.



-.Fin.-


El autor.