Monday, April 21, 2008

Garganta del Diablo


70 años de la construcción del refugio de la Garganta del Diablo.
1937-2007.

A trabajar a trabajar, el refugio hay que cuidar.... A las 4:30 de la madrugada me levanté, para tener holgura de tiempo para juntarme en el terminal de buses con mi compañero de cordada Jaime. Lamentablemente mi otro fiel compañero no pudo aventurarse en éste viaje, debido a las pruebas, que siempre embarran cualquier panorama que uno tenga un buen fin de semana.

Salí a las 5:30 del edificio, crucé la calle, y veo bajar de un colectivo a dos chicos y una chica, que venían recién llegando del carrete, mentalmente hice una comparación entre su estilo de vida y la mía, y pasé frente a ellos riendo levemente, mientras me quedaban mirando con aspecto de ebrios.

Medio urgido por si me salía un punga de la penumbra, especialmente en el paso bajo nivel, caminé rápido hacia el terminal, lo que me hizo llegar antes (mucho antes) de lo previsto, y me tuvo esperando un buen rato, por lo que me compre un "sanDuchito" en el andén. A los 10 minutos, llega Jaime con los pasajes ($5000 ida y vuelta), subimos las mochilas y a dormir hasta Chillán (lo que no costó mucho). Después de un carreteo eterno por Linares, por fin salimos rumbo a Chillán, y tras interrumpidos sueños, desperté ya de día y le mostré algunas cosas a Jaime, que hacía mucho tiempo no iba a ésta hermosa ciudad (las animitas de la entrada....eso no más...creo).

Bajamos en el terminal María Teresa, Jaime tuvo un pequeño altercado en el bus, ya que no le quisieron pasar su mochila por no tener el ticket (a pesar de haber sido el único pasajero que reclamó equipaje aparte de mí, y no había mas equipaje en el compartimiento, y no había más pasajeros en el bus por la cresta!!!), y el acomodador apeló a todo su criterio y a regañadientes, le pasó el morral con pinta de "ultima vez caurito ah???". Primer obstáculo superado.

Salimos al estacionamiento, y no vimos a nadie, "se les habrá olvidado que veníamos?", Jaime toma su magicófono, y llama Ximena, estaban a 20 pasos de nosotros. Ahí conocimos a Ximena, Carlos y Yogui (Nicolas).

Pusimos nuestras cosas en el pick-up, nos subimos (me puse la camioneta) y partimos. Primero al supermercado, para comprar un par de cosas (la botella con tapa gay de Jaime) y de ahí nos fuimos hacia las Termas de Chillán.

"tapa gay"


Andarivel hacia la cancha de los novicios.


Fumarolas


Increíble no? una cancha de golf en medio de la lava volcánica.







Panorámica del valle a nuestras espaldas.




La subidita que nos espera....uuuuhg!!!!


Atravesando ese impasable glaciar.


Primera recompensa.


Había algo misterioso de acá en adelante...había hoyos por doquier, hechos por algún tipo de roedor familiar del topo, lo que nos hizo meter los pies hasta los tobillos mas de una vez, con riesgo de torcedura o daño en las rodillas. Menos mal nada serio, pero era desagradable ya que se metía arena volcánica en los zapatos, los que terminaban pesando 4 kilos cada uno.

Llegamos al refugio, saludamos a los chicos, muchos del foro de tricúspide, pero no supimos sus nombre, por motivos obvios de acomodamiento en el lugar y la típica incomodidad de ser nuevo y no conocer a nadie.

El refugio era un lugar increíble, muy rústico pero a la vez acogedor y cómodo. Dos pisos, una mesa, almacenes colgantes de comida no perecible y bancas al rededor de una cocina de campo.

Oh no, tu de nuevo...



(© Jaime Medina 2008)


Recorrimos la casa para ambientarnos un poco y decidimos salir a dar una vuelta por los alrededores.

Subimos por un valle, sacando fotos a todo lo bonito que nos rodeaba, vimos huellas de animales, naturaleza, paisajes, etc. La idea era llegar lo más arriba posible, para ver de un lugar mas alto el nevado, y los volcanes Nuevo y Viejo.

Subiendo...uf!..uf!...uf!.... (© Jaime Medina 2008)


Volcán Viejo y Nuevo. (© Jaime Medina 2008)


Nevado de Chillán. (© Jaime Medina 2008)


Vista al sur por una pequeña quebrada.


Luego de una cuesta, vimos esta especie de laguna seca, justo sobre la Garganta del Diablo.


Ya dentro de ésta laguna, vimos un manchón de nieve y decidimos recolectar un poco, pero con Jaime tomamos diferentes caminos. Mi compañero se encontró con una subida empinada, pero nada que no se pueda pasar.



Por supuesto que la ley de Murphy es aplicable donde sea, de cordillera a mar.


Después de 5 minutos de ver a Jaime tratando de salir, reposamos un rato, comiendo nieve y falsificando huellas de puma para fotografiar, a la hora de partir ,decidimos a coro "volvamos por la garganta"?....no sabíamos lo que nos esperaba...





Erosión.


El valle desde la escabrosa Garganta del Diablo.


Jaime: "Uh, que está parada ésta weá..."
Esteban: "Cuidado weón, no te vayas a resbalar"
Jaime: "Eso trato"
Se escucha un rodado de rocas,
Jaime resbala y parado como un gato frena unos 6 metros más abajo. Resultados: un golpe muy doloroso en la canilla, la cual después de un par de horas tomó un tono moraceo.

En una de las laderas de la quebrada:
Esteban: "y ahora por donde?".
Jaime: "emmm.....a cagar por el bosque no más".
Esteban: "no nos perderemos?, igual está como denso el bosque".
Jaime: "a lo derecho no más".
Ésa frase se repitió más de una vez en el viaje, convirtiendo a Jaime en el fundador de un nuevo tipo de guía: "a lo derecho".



Después de un buen rato de pasar nuestras humanidades por entremedio de esa maraña de Fagaceas:
Jaime: "Por acá va el sendero!!!!"
Esteban: "no diga?" esteban piensa -por fin!!!-.
Jaime: "ah no, era un pequeño claro".
Esteban: -mierda-.

En una de las partes mas tupidas del bosque:
Esteban: -cresta, donde se metió Jaime- "JAIME!!!!...JAIME!!!"
Jaime: "acá estoy..."
Esteban: - donde cresta esta? veo puros árboles- "Donde?"
Jaime: "acá arriba"
a dos pasos de mí, en la copa de un árbol.

Por fin...el refugio (© Jaime Medina 2008)


Una ladera de hielo, aquí tuvimos que sacar los crampones ;P (© Jaime Medina 2008)


Cuando por fin llegamos al refugio, uno de los chicos nos pregunta si podemos ayudar a acarrear el cemento, enfilamos hacia el sendero de bajada. Ahí vimos a lo lejos dos chicos cargando mochilas que se veían muy poco cargadas, creo que eran Ximena y Carlos. "Relevo?" les grito: Carlos me responde "por favor!", venía chato. Lo ayudo a sacarse el morral y PLOF!!! AL SUELO!!! la mochila que parecía no venir con carga, pesaba como 30 kilos, me la puse en la espalda y caminé lentamente hacia el refugio. Jaime siguió hacia abajo para ayudar a algún otro chico en el portéo de materiales.

Descargue la mochila, cansado como perro, (y eso que camine como 500 o 600 metros con ella) y me puse en la puerta trasera del refugio para ventilarme un poco. No se como Carlos cargó todo el camino ese peso espantoso.

Acá conversé un rato con los chicos, me presenté, y me empecé a preocupar porque mi compañero de cordada no llegaba. Ayudé a sacar leña seca del subterráneo del refugio y como a la hora después aparece Jaime: "puta...llegué abajo buscando a alguien para ayudar y no había nadie".

Hora de almorzar!!! Jaime sacó sus famosos arroces del paseo al enladrillado, les pusimos agua, y para aprovechar la tetera llena, saqué un buen mate para engañar el estómago, varios de los chicos me acompañaron y conversamos con más confianza. Siempre el mate úne a los compañeros de cualquier expedición.

Y llegó la hora de trabajar; mientras unos tapaban los hoyos del marco de la puerta trasera, ir a buscar agua y ordenado de la bodega de abajo, nosotros ayudamos con el virutillado para un posterior vitrificado del piso.

Mi madre no lo creería. (© Jaime Medina 2008)


Apuesto a que su madre tampoco. (© Jaime Medina 2008)


Ya cuando la pega estaba lista, salí un rato a respirar, porque la polvadera era espantosa y estaban empezando a aparecer los "terrones" en mi nariz, famosos en el paseo al enladrillado, por lo que un poco de aire puro no hizo mal. Parado en la puerta, admirando la inmensidad y belleza del lugar, escucho a una persona hablando sola, miro para atrás y SORPRESA! Victor, hablando por celular con uno de sus hijos, en el medio de la cordillera, a los pies de 2 volcanes y un nevado hermoso, en plena naturaleza. Como para no creerlo.


En ésto, aparece Fernando, para invitarnos a ver el atardecer a un cerro, atravesando la quebrada. Pescamos nustras pilchas y partimos antes de que oscureciera.



Éste fue el momento mas hermoso de todo el paseo, ya que los soberbios colores de la cordillera nos dejaron perplejos durante todo el camino, lamentablemente las cámaras no hace honor a tan sublime vista.



Nevado obcenamente hermoso. (© Jaime Medina 2008)


Inmortalizado. (© Jaime Medina 2008)


(© Jaime Medina 2008)


Inmortalizado junto al Viejo y Nuevo. (© Jaime Medina 2008)


"(...)Dios nos hizo la copia feliz del edén." (© Jaime Medina 2008)


(© Jaime Medina 2008)


(© Jaime Medina 2008)


(© Jaime Medina 2008)


Conversamos, nos burlamos de lo exagerado que era Vcitor para tomar sus fotos y de cuanto jodía a sus hijos para que se acomodaran para sacar la mejor, y volvimos en penumbra, solo iluminados por luz de la luna y las linternas de los precavidos. Las caídas estaban a la orden de la noche. Todos, por lo menos una vez nos tropezamos o metimos el pié a un hoyo, por lo que fue un regresar lento y doloroso. Ya en el refugio, calentamos agua, nos servimos unos buenos mates y a hacer los ricos noodles se ha dicho!, amigos inseparables de todo montañista, y que el autor en especial termina detestando al final del viaje, pero vuelve como un perro fiel, a comprarlos y consumirlos rodeado por la naturaleza. Dios mío como los odio!!!

Y llegó la hora de la verdad, se instaló el data-show:

(© Jaime Medina 2008)


Se le dió "candela" a la cocina(como dijo nuestro amigo peruano en la vuelta al Sur) y se empezarona derretir las delicias:

Nada como un rico fondue en la cordillera. (© Jaime Medina 2008)


Se descorcharon los mejores mostos de las viñas del Valle de Colchagua, Maipo, Curico, Lontué y Molina. (ojo con el azulito de la derecha :D). (© Jaime Medina 2008)


Catando en pequeños vacitos plásticos, comiendo cosas ricas, riendo hasta más no poder (por las tallas y lo cucarros que estábamos a esas alturas) y acompañados de Pink Floyd en Pompeya, se nos fue buena parte de la noche. Pero de la nada:

Sorpresa!!!! (© Jaime Medina 2008)


Definitivamente las longanizas de Chillán no tienen fama en vano.

Los juegos clásicos de montaña no podían faltar. (© Jaime Medina 2008)


y a esas alturas, el nivel de dificultad era apto solo para maestros :D.

Tipo 1:30, pochitos, reídos, bebidos y jugados, nos fuimos a la durma, con Jaime nos instalamos debajo del telón y preparamos un juguito para el otro día, ya que con todo el vino y la sal que comimos esa noche, lo más probable era que amaneciéramos como pasas de deshídratados. Sin aislante, y creyendo que me iba a costar quedarme dormido, caí como un saco, despertando a media noche por una locomotora que estaba a punto de chocar el refugio....ah no, era Loly, que estaba roncando en el segundo piso. (no fui el único que despertó de la misma forma, de hecho dicen que alguien se tuvo que cambiar de pieza, no recuerdo quién fue.).

Al otro día, despertamos tipo 9:00; plasmolizado, me preparé un ZUKO GO para que cumpliera la función de hidratante. Todavía un poco lleno, nos dimos un par de vueltas antes de desayunar. Nos asomamos por la puerta del refugio y:

(© Jaime Medina 2008)


Nos fuimos a "bañar" a un manchón de nieve (ya que no encontramos la vertiente de la que se sacaba agua), tomamos desayuno y se empezaron a repartir los trabajos de la mañana. Yo elegí ayudar en el vitrificado del piso y Jaime en cambio, acompaño a otros chicos a buscar agua a la vertiente fantasma.

Aspecto del piso después de la primera capa de vitrificado. (© Jaime Medina 2008)


La ruta del agua. (© Jaime Medina 2008)


(© Jaime Medina 2008)


(© Jaime Medina 2008)


Y para variar, llega la hora de comer, ya comenté en cuentos anteriores respecto de lo que mejor sabemos hacer...je je. Leña al fuego, agua, su jugo no isotónico para el almuerzo, y a hacer los ricos arroces, con su buen tarro de atún, choclito dulce y su "tonta mayo".

"Mono", tiró un puñado de piñones a la cocina, como tentenpié. Que delicia.
(© Jaime Medina 2008)


No hay dudas sobre la abundancia de comida. (© Jaime Medina 2008)


Y hace aparición, el amigo de todos y pesadilla de los finos mostos:
Dinky-wynky!!!!!


Después de cerdear, porque a eso no se le puede llamar comer, levantamos todo, limpiamos el refugio, terminamos el resto del vitrificado, hicimos nuestras mochilas y a esperar para irnos todos juntos.

Una buena foto del grupo.


Se nos venía la tarde encima y era hora de volver a la ciudad. Tomamos morrales, y partimos, llevándonos con nosotros hermosos recuerdos, hermosas fotos, gratos momentos de camaradería con gente maravillosa y......la basura....siempre vuelve con tu basura.



Adiós buen refugio, deberías ser un monumento histórico al esfuerzo del hombre y la fortaleza del espíritu humano. Gracias, siempre te tendremos en nuestros corazones.




Caída por el risco del fin del mundo.


Por supuesto que el regreso, no estuvo exento de caídas y resbalones. Después de alcanzar a Jorge, me salí un poco del sendero, como para ir conversando en forma paralela a él, de pronto, puf! pié en un hoyo, me afirmo en el otro y pof! éste dentro de uno más adelante y para evitar el caerme en las piedras, saco el primero y lo afirmo más adelante todavía y fup! al hoyo, menos mal no caí, ya que ello habría significado hacerlo sobre la mano que llevaba la cámara, y eso habría sido malo...."iso 's meeeelo (eso es malo)" como dijo un gringo por ahí hace muchos años.


(© Jaime Medina 2008)

(© Jaime Medina 2008)


Definitivo regreso a la dura civilización. (© Jaime Medina 2008)


(© Jaime Medina 2008)


Después de dormir todo el viaje, ahogado por mis olores suigeneri, pasamos a dejar a Carlos y a Ximena a sus respectivas casas, posteriormente, Nicolas nos llevó al terminal a confirmar el pasaje de vuelta, acá empieza lo mejor:

Jaime: "trajiste tu pasaje?"
Esteban: "que? no tienes tu los de vuelta?"
Jaime: "no po', si el pasaje de vuelta es el que venía con el de ida"
2 HORAS ANTES:
Jorge: "de quien es ésto?" mirando un pasaje azul.
Esteban: "era mío" (lo había dejado en el pick-up de la camioneta el sábado cuando subimos)
Jorge lo deja por ahí, no recuerdo donde.
TIEMPO ACTUAL:
Esteban: "mierda lo dejé arriba"
Jaime y Nicolas: "mmm...." (trato de no pensar en que pensaron de mí en ese momento).

Jaime me ayudó con el pasaje y Nicolas nos llevó a pasar el mal sabor de boca con un buen completo a un local cerca de otro terminal ya que bus salía a las 20:15. Aquí conversamos de sus años como experimentado andinista y otras hierbas, y peleamos con el mozo porque no nos dejó quedarnos con las mochilas al lado de la mesa para evitar desgracias con los amigos de lo ajeno.

Llega la hora de irnos, de vuelta al terminal, nos despedimos de Nicolás con un fuerte abrazo y nos fuimos muy agradecidos y contentos de haber conocido a tanta gente buena y en especial a Nicolas, fogueado andinista, con muchas historias que contar y del cual todos podríamos aprender muchas cosas, no solo de montaña, sino que de la vida. Subo al bus, y noto que mis lentes están en una posición extraña...en el abrazo, una de las patas se doblo hacia arriba, la enderezo y.... click! rota, no del todo, pero ahora son solo un buen recuerdo de unos buenos lentes.

Me dio rabia porque fué como la gota que rebalsó el vaso, ya que siempre que tengo los lentes colgando, me pongo los vidrios en el cuello y la cuerda en el pecho, en un momento pensé: "ahora falta que choquemos no más", con el que me aterré y me traté de distraer de cualquier forma. Pero bueh!!! toda la rabia se pasó, cuando vimos a un cabrito que se iba quedando dormido parado en el bus.

El arribo a Talca fue tranquilo, a una hora semiprudente (tipo 10:30), un abrazo, un apretón de manos y "calabaza". Ducha y ZZZZZZZZZzzzzzzzz.

Gracias compadre Jaime por la invitación y por salvarme el pellejo con el pasaje.

FIN.-

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